Por: Dr. Alberto Ayala

Medico Familiar

2017-03-08

Dada la amplia distribución de estos vectores en México, todo el país es susceptible a la invasión y la diseminación del virus. El nombre deriva de una palabra en lengua Kimakonde que significa “hombre encorvado” y fue descrita en la década en la década de los 50. Desde 2004 se han registrado brotes masivos y sostenidos en Asia y África. En 2007 el virus se dispersó a Italia y Francia. En 2013, la organización Panamericana de la Salud (OPS), notificó la confirmación de los casos de transmisión autóctona del virus en la Isla de Saint Martín de la región de las Américas. A partir de esa fecha y hasta mayo de 2014, se han registrado más de cuatro mil casos en 18 países de América, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los que destacan: República DOMINICA,A Guadalupe, así como Estados Unidos (casos importados), Canadá, Guayana Francesa, Brasil, Colombia, Venezuela y México (Chiapas y Guerrero).

Clínicamente es difícil su diferenciación con el dengue, sin embargo, en la infección por virus CHIKV el dolor es mucho más intenso y localizado en articulaciones y tendones (en algunos casos incapacitante). Se debe distinguir Chikungunya del dengue, debido a que este último puede tener una elevación más compleja y ocasionar incluso la muerte.

La mayoría de los pacientes afectados con CHIKV se recuperan totalmente, pero en algunos la afectación de las articulaciones persiste de manera crónica. Las complicaciones graves generalmente se dan en la población más vulnerable: niños, adultos mayores y mujeres embarazadas. La enfermedad puede presentarse entre tres y siete días después de la picadura del mosquito infectado, y las manifestaciones clínicas duran entre dos y 12 días. Hasta el momento no existen medicamentos para tratar esta infección. El tratamiento se dirige primordialmente a aliviar los síntomas (especialmente el dolor en las articulaciones). En el caso de Chinkungunya, el problema es que el virus puede quedarse en el cuerpo por muchos años, situación que a la larga puede provocar daño articular y dificultad para la movilidad (por eso se le llama la enfermedad del “hombre encorvado”), pero no causa la muerte.

La vigilancia epidemiológica es muy importante porque se confunde con dengue, y es primordial conocer qué tipo de enfermedad afecta a la población. Si es dengue, se debe cuidar que no complique con dengue hemorrágico, y en el caso de Chinkungunya hay que vigilar las articulaciones del paciente. El mosquito puede trasmitir ambas enfermedades (no al mismo tiempo). Todo caso sospechoso, con resultado positivo del virus CHIKV, a través de pruebas de laboratorio específicas con detección de ARN viral mediante RT-PCR y detección de IgM en muestras de suero, permitirá confirmar la enfermedad. Ante el incremento de casos de CHIVK en la región del Caribe y del riesgo de introducción del virus al país por los elevados movimientos poblacionales y de los mosquitos en amplias regiones del territorio nacional, se han recomendado fortalecer la vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de los casos, a efecto de evitar la ocurrencia de brotes y complicaciones. La única forma de prevención, es la misma que se utiliza con el dengue y consiste en controlar la reproducción del mosquito vector. Para ellos, se recomienda fumigar patios, evitar los cacharros en las casas o azoteas, eliminar la basura donde se puede acumular agua y tapar los depósitos de agua potable. También utilizar repelente del mosquito en la piel, además de ropa adecuada que cubra brazos y piernas. Ni para CHIKV ni para el dengue existe tratamiento viral específico ni vacuna, aunque en el caso de dengue, ya se cuenta con una vacuna en fase clínica III que podría ser utilizada en corto tiempo.